Y ella duerme y sus ojos sueñan,
su burbuja es pura como el cielo celeste
en sus caminos me cruce sin querer enamorarme.
Su silencio es como respirar la soledad del Tibetano,
es como alcanzar un Nirvana.
Su sonrisa es miel pura sin malicia
e inocencia como el armiño.
Y ella duerme, y yo sueño pensando en ella.
Y el Universo sabe soñar con nuestras almas.
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